Miel de Avispas con textos de Urdapilleta en La Clac
SARA ECHEZARRETA
Para los que extrañamos a Alejandro Urdapilleta, la ilusión que genera una obra suya en cartel es proporcional al temor de no cubrir esa expectativa. Tino Tinto y su compañía logran con éxito dar vida a estos maravillosos textos a lo largo de una hora que no da respiro a la risa. El público que se permite dejar la piedad para otro momento, hace un esfuerzo por detener las carcajadas, sólo para poder seguir escuchando a estas mujeres mutantes.
La historia es simple: una radio con tres conductoras de medio pelo, estilo Manuel Puig, que reciben llamados de la audiencia. A ésto se van intercalando las historias de los oyentes, que cuentan qué los desespera y piden canciones. A partir de ese enganche se desatan las intimidades de estos seres anónimos, con la sordidez y oscuridad del drama en todo su esplendor poético.
Los textos son geniales y Urdapilleta está muy presente en ellos. Las actrices interpretan el guión con un inteligente respeto, sin caer en la tentación de ponerse por delante de él. Cada una en su estilo, las tres manejan con calidad las transformaciones de los monstruosos e incomodantes personajes. El sonido en off y la iluminación dramática juegan un lugar importante en la escena.
Buen homenaje y un regalo para el público parakultural.
SARA ECHEZARRETA
Para los que extrañamos a Alejandro Urdapilleta, la ilusión que genera una obra suya en cartel es proporcional al temor de no cubrir esa expectativa. Tino Tinto y su compañía logran con éxito dar vida a estos maravillosos textos a lo largo de una hora que no da respiro a la risa. El público que se permite dejar la piedad para otro momento, hace un esfuerzo por detener las carcajadas, sólo para poder seguir escuchando a estas mujeres mutantes.
La historia es simple: una radio con tres conductoras de medio pelo, estilo Manuel Puig, que reciben llamados de la audiencia. A ésto se van intercalando las historias de los oyentes, que cuentan qué los desespera y piden canciones. A partir de ese enganche se desatan las intimidades de estos seres anónimos, con la sordidez y oscuridad del drama en todo su esplendor poético.
Los textos son geniales y Urdapilleta está muy presente en ellos. Las actrices interpretan el guión con un inteligente respeto, sin caer en la tentación de ponerse por delante de él. Cada una en su estilo, las tres manejan con calidad las transformaciones de los monstruosos e incomodantes personajes. El sonido en off y la iluminación dramática juegan un lugar importante en la escena.
Buen homenaje y un regalo para el público parakultural.